A lo largo de los años los investigadores han desarrollado sistemas de vacunación primordiales para el correcto desarrollo del gato. La labor de los profesionales de cara a la salud del animal es absolutamente necesaria, pero es aún más importante que nosotros, como dueños, nos convirtamos en los principales
protectores de su bienestar.
Para los amantes de los felinos domésticos es imprescindible conocer el plan de vacunación que deberá aplicarse a la mascota. Las vacunas evitan que nuestro amigo sufra algún posible contagio y, en muchas ocasiones, incluso llegarán a
salvarle la vida. Existen enfermedades mortales que se pueden evitar gracias a una simple inyección y a una eficaz
desparasitación.
El veterinario, nuestro mejor aliado
Resulta primordial un seguimiento del
programa de inmunización por nuestra parte, lo que implica frecuentes visitas al veterinario para recibir sus adecuados consejos. Es sabido por todos, que es mejor prevenir que curar, y más tratándose de nuestro minino, y así evitar males innecesarios.
El especialista en salud animal, tras el primer chequeo, consistente en tomarle la temperatura, auscultarle y examinar oídos y boca, procederá a administrarle la
primera dosis inmunológica. A partir de aquí, se establecerá un calendario de vacunación esencial para su salud.
La inmunización de nuestra mascota
Si tenemos un gatito o estamos pensando en adquirirlo, es importante saber el proceso que debemos seguir para proteger al animal ante cualquier tipo de dolencia. Al poco tiempo de nacer, concretamente
40 días después, tendremos que acudir al especialista para proceder a la desparasitación. Ésta consiste en la administración de una
pastilla o de una
pasta especial: resultará muy importante para la posterior vacunación.
Transcurridas nueve semanas de vida, se aplica una vacuna denominada
trivalente felina que protegerá a nuestro animal contra la panleucopenia, la rínotraqueitis y el calcivirus felino. Quince días después se le inyectará la vacuna contra la leucemia felina, un mal muy peligroso que constituye una de las causas de mayor
mortalidad en el mundo felino.
Pasado un mes exacto iremos de nuevo a nuestro veterinario para
revacunar a nuestra mascota de las dos inyecciones nombradas anteriormente. Es importante que seamos conscientes de la relevancia de
cumplir las fechas señaladas de forma precisa, pues de lo contrario se tendría que
volver al proceso inicial.
Una tarea para toda la vida
Nuestra labor no acaba aquí, pues el tratamiento no se completa únicamente con la primera inmunización de nuestro compañero. El compromiso que hemos adquirido con nuestro animal de compañía continúa con la
desparasitación cada tres meses, además de la vacunación una vez al año durante toda la vida.
Un último consejo a tener en cuenta: cuando adquirimos un gato, nuestro hogar se llenará de dulces ronroneos, pero a la vez contraemos una serie de responsabilidades. Debemos plantearnos si vamos a ser capaces de aportar al nuevo inquilino los
cuidados necesarios, tanto en salud como en alimentación. Tener una mascota no es tener un juguete.