El parvovirus es una de las enfermedades contagiosas más frecuentes en los perros. En algunos países es la enfermedad canina más común.
El parvovirus es causado por un virus que lleva el mismo nombre. Esta enfermedad afecta el tracto digestivo de los perros y puede afectar el músculo cardíaco en cachorros muy jóvenes.
El parvovirus fue identificado en 1978 y desde entonces se han encontrado cepas mutantes del virus. Aunque existe una vacuna para prevenir la enfermedad, algunos perros vacunados enferman.
Transmisión del parvovirus canino
El parvovirus se transmite mediante las heces de perros infectados. Dado que el virus es muy resistente a condiciones ambientales adversas, puede permanecer latente en el ambiente incluso por más de cinco meses.
El virus del parvovirus canino también puede encontrarse en superficies y objetos que han estado en contacto con heces infectadas, tales como las suelas de los zapatos.
Otros animales, como insectos y roedores, pueden servir como vectores de transmisión del parvovirus canino.
Síntomas y diagnóstico del parvovirus canino
Los síntomas del parvovirus canino pueden variar en intensidad para cada individuo. Los perros adultos suelen ser más resistentes a la enfermedad y es frecuente que no presenten síntomas notorios. En cambio, los cachorros menores a seis meses son altamente susceptibles al parvovirus y es frecuente que mueran si se contagian esta enfermedad.
Algunas razas son más susceptibles al parvovirus. El Dobermann, el Rottweiller y el Labrador suelen ser más susceptibles que otras razas a esta enfermedad.
Los síntomas del parvovirus canino son: vómitos, diarrea, deshidratación y heces con sangre (que pueden verse como heces oscuras). Debido a la fuerte deshidratación del perro o cachorro, la muerte suele ocurrir entre las 48 y las 72 horas desde que ocurren los primeros síntomas.
En casos severos, el parvovirus produce una disminución de los glóbulos blancos.
Debido a que los síntomas del parvovirus canino son comunes a otras dolencias, el diagnóstico preciso requiere de análisis de laboratorio. Sin embargo, las medidas para tratar la deshidratación pueden empezar inmediatamente.
Los cachorros menores de tres meses pueden sufrir inflamación del corazón. En estos casos, no existe diarrea y el cachorro puede morir en unos pocos minutos o en pocos días. Aún si sobrevive por más tiempo, el daño cardíaco es severo y suele conducir a la muerte.
Prevención y tratamiento del parvovirus canino
Actualmente no existe una cura para eliminar el virus de un perro que ha sido contagiado de parvovirus. El único tratamiento que se puede realizar consiste dar soporte vital al animal, para evitar la muerte por deshidratación.
Para tratar el parvovirus canino se suele mantener el balance de líquidos y electrólitos por vía intravenosa. En casos menos severos también se pueden emplear inyecciones subcutáneas y reposición de líquidos por vía oral.
La reposición de líquidos y electrólitos es lo más importante en casos de parvovirus, ya que es la deshidratación lo que conduce a la muerte del perro. Sin embargo, en algunos casos también puede ser necesario administrar antibióticos para prevenir infecciones oportunistas.
Debido a que el tratamiento del parvovirus canino es poco efectivo (existe una alta tasa de mortalidad), la mejor manera de combatir esta enfermedad es mediante la prevención.
La prevención del parvovirus canino se realiza mediante la vacunación del cachorro y perro adulto, y manteniendo la higiene de los lugares en que los perros viven y pasean. El programa de vacunación debe decidirlo el veterinario y debe ser seguido estrictamente para reducir el riesgo de contagio. Aún así, algunos perros vacunados contraen el parvovirus canino, por lo que la higiene no debe dejarse de lado.